La investigación de los asesinatos lleva al Inspector Uría a indagar en las condiciones en que trabajan los miles de obreros que han sido contratados para los trabajos de descontaminación de La Zona. Paralelamente, Alfredo Asunción, el policía llegado de Madrid para hacerse cargo del caso, también llega hasta la pista de los empleados de las subcontratas que limpian los alrededores del perímetro del accidente. Por otro lado, la aparición de un informe reabre el caso de las identificaciones erróneas de los restos de los fallecidos en el accidente de la central nuclear, las implicaciones a nivel político y personal de dicho informe vuelven a colocar a Héctor Uría en el centro de todas las tramas que se desarrollan alrededor de La Zona de exclusión.